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1. Un entramado de tierra y agua

En los ríos Magdalena y Cauca hay dos crecientes durante el año: la mayor, entre septiembre y diciembre, y la menor, entre abril y junio. En el río San Jorge solo hay un período de creciente entre mayo y noviembre. Ciénaga Mogua en temporada de inundación.

Génesis de una larga historia geológica

Cuando el nivel de las ciénagas está bajando, el agua sale por los caños hacia los ríos; los espejos de agua se reducen y extensas áreas de playones quedan al descubierto. Ciénaga de Zapatosa.

El Magdalena es uno de los ríos tropicales que arrastra mayor cantidad de sedimentos al mar Caribe. Su descarga es similar a la de afluentes como el Amazonas, el Paraná y el Orinoco, que tienen áreas de drenaje mucho más grandes.

Un gran abanico fluvial

La geomorfología

Los canales principales de los ríos forman meandros que pueden quedar cubiertos de agua durante la creciente. En épocas secas suelen quedar aislados, y si estos períodos se prolongan, pueden convertirse en madreviejas, que son canales abandonados y sedimentados.
Madrevieja del brazo de Mompox en la isla Margarita.

El clima local está influenciado por las precipitaciones que se presentan en la zona andina, las cuales, aguas abajo, se sienten con un mes de retraso por la influencia de El Niño Oscilación del Sur, por las lluvias provenientes del océano Índico y por los sistemas de convección que se originan en las cordilleras y los valles interandinos.

Durante los veranos el agua que se ha almacenado en la cubetas va quedando aislada, se calienta y los peces residentes mueren; finalmente se seca y es cuando estos terrenos se utilizan para el pastoreo del ganado.

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