MARIPOSAS DE COLOMBIA
ALAS QUE CUENTAN HISTORIAS
Origen y evolución
Fascinante ciclo de vida
Diversidad alada
Reinas de la noche
Mariposas y ecosistemas
Alas vulnerables
Glosario y bibliografía
Agradecimientos y fotógrafos
La mariposa Anartia amathea, con sus alas de color rojo intenso y bordes negros, habita en áreas abiertas y se alimenta de néctar de flores como las verbenas.
Presentación
En los últimos 40 años, el Banco de Occidente ha documentado muchas regiones, ecosistemas y aspectos particulares de la fauna y flora colombiana, y con este valioso material ha producido una colección de libros de gran formato, que con la profunda investigación de destacados científicos se ponen al alcance del público en un lenguaje cercano, ameno y fácil de entender.
Sus ilustraciones, realizadas por algunos de los mejores fotógrafos de naturaleza que se han desplazado a todos los rincones del país, capturan maravillosas imágenes que evidencian la diversidad, belleza y singularidad de nuestro territorio, con el propósito de mostrarles a los colombianos la magnitud de esos ambientes, que casi nunca se aprecian por estar en lugares apartados y de difícil acceso, y explicarles la estrecha relación que existe entre todos los ecosistemas, para que con ese conocimiento emprendamos la tarea de conservar este grandioso tesoro: nuestra biodiversidad.
En este camino de hacer consciencia por la protección de la biodiversidad, desde el Banco descubrimos otro aspecto fundamental para la vida de los colombianos, con una alta necesidad de ser cuidado: el recurso hídrico, es por eso que hace 30 años, nació el Premio Nacional de Ecología Planeta Azul cuyo principal propósito ha sido impulsar y reconocer iniciativas sostenibles que contribuyan a la conservación y recuperación del agua, para fomentar así la conservación de su rica naturaleza y la de todas las especies que habitan en nuestro territorio, incluidos sus habitantes.
Impulsar el uso sostenible de los recursos naturales es tarea de todos, por eso para nosotros es especialmente grato e importante que la decimosexta Conferencia de las Partes (COP16), o Cumbre Mundial de la Biodiversidad, se reúna este año en Cali, la ciudad que nos vio nacer hace 59 años, para hacerles seguimiento a las metas globales acordadas en 2022 en Montreal (Canadá). Este es el mejor momento para que el mundo conozca nuestro entorno y aprecie los recursos naturales del segundo país más biodiverso del planeta.
Para continuar con la divulgación de lo más destacado de nuestra megadiversidad, este año decidimos rendirles un homenaje a los lepidópteros, un grupo de insectos del que tenemos la mayor cantidad de especies en el mundo —3949—, con el libro Alas que cuentan historias: Mariposas de Colombia.
Es interesante ver cómo los científicos se han aproximado a develar el origen y la evolución de las polillas y mariposas. A partir de los pocos registros fósiles encontrados, descubrieron cómo estos frágiles seres han logrado permanecer y adaptarse a los cambios que han transformado el planeta a lo largo de los siglos y se han dispersado por prácticamente todos los continentes. Pero tal vez, lo más destacado es apreciar las transformaciones que presentan en sus diferentes ciclos de vida: después del apareamiento las hembras depositan sus minúsculos huevos en plantas que luego sirven de alimento a las voraces orugas que emergen de estos, y que al terminar su rápido crecimiento forman una crisálida o pupa en la que se encierran para, después de la metamorfosis, aparecer como libres y bellas mariposas, esos mágicos y armoniosos seres alados cuya cada parte de su cuerpo —cabeza, tórax, abdomen, alas y patas— cumple una función específica para lograr la subsistencia de su especie.
También son llamativas las historias de las principales familias de estas especies de nuestro país y las particularidades que observamos en algunas de las especies más representativas: cada una ha desarrollado estrategias para protegerse, como camuflarse entre la vegetación, en ocasiones copiando formas y texturas para pasar desapercibidas, o confundir a sus predadores mediante las diferencias en los colores y diseños del anverso y reverso de sus alas. Reconocer su existencia es valorar su importancia para los ecosistemas por ser polinizadoras, consumidoras de material vegetal y alimento para otras especies.
La diversidad de familias, la variedad de ambientes naturales de Colombia y el juicioso estudio de nuestros científicos ayudan a entender por qué somos una potencia mundial en mariposas. A este reconocimiento ayuda la labor de personas e instituciones dedicadas a fomentar su estudio y conservación, a quienes debemos nuestra gratitud y apoyo.
Alas que cuentan historias: Mariposas de Colombia es el libro 41 de la colección sobre la naturaleza colombiana que el Banco de Occidente y su Comunidad Planeta Azul le entregan al país como un valioso aporte a su conocimiento y a la forma de preservarla.
La colección está conformada por los siguientes títulos: La Sierra Nevada de Santa Marta (1984); El Pacífico colombiano (1985); Amazonia, naturaleza y cultura (1986); Frontera superior de Colombia (1987); Arrecifes del Caribe colombiano (1988); Manglares de Colombia (1989); Selva húmeda de Colombia (1990); Bosque de niebla de Colombia (1991); Malpelo, isla oceánica de Colombia (1992); Colombia, caminos del agua (1993); Sabanas naturales de Colombia (1994); Desiertos, zonas áridas y semiáridas de Colombia (1995); Archipiélagos del Caribe colombiano (1996); Volcanes de Colombia (1997); Lagos y lagunas de Colombia (1998); Sierras y serranías de Colombia (1999); Colombia, universo submarino (2000); Páramos de Colombia (2001); Golfos y bahías de Colombia (2002); Río Grande de La Magdalena, Colombia (2003); Altiplanos de Colombia (2004); La Orinoquia de Colombia (2005); Bosque seco tropical, Colombia (2006); Deltas y estuarios de Colombia (2007); La Amazonia de Colombia (2008); El Chocó biogeográfico de Colombia (2009); Saltos, cascadas y raudales de Colombia (2010); Colombia, paraíso de animales viajeros (2011); Ambientes extremos de Colombia (2012); Cañones de Colombia (2013); Región Caribe de Colombia (2014); Colombia, naturaleza en riesgo (2015); El Escudo Guayanés en Colombia, un mundo perdido (2016); Microecosistemas de Colombia, biodiversidad en detalle (2017); Región Andina de Colombia (2018); Praderas submarinas de Colombia (2019); Colombia territorio de biodiversidad (2020); Bosques entre la tierra y al mar, Colombia (2021), Colombia, el reino de las aves (2022), y La depresión Momposina, los ciclos del agua (2023).
Esta obra, con investigación y textos de los biólogos Lorena Ramírez Restrepo y Francisco López Machado, también autor de las fotografías, es un documento que nos permite apreciar la belleza y variedad de mariposas y polillas que existen en Colombia, nos enseña las relaciones que tienen con los ambientes naturales, las funciones que desempeñan y los retos que enfrentan quienes se dedican a su conservación. Además, nos plantea la importancia sobre cómo al tomar conciencia del cuidado de la naturaleza, especialmente a los lepidópteros, estamos preservando la vida sobre nuestro planeta y dejando un porvenir para las futuras generaciones.
Desde nuestra entidad seguiremos apoyando todas estas iniciativas y contribuyendo a la amplificación del mensaje que estamos del lado de los que hacen por el bien de la naturaleza.
Gerardo Silva Castro
Presidente
BANCO DE OCCIDENTE
Introducción
A pesar de que en Colombia vivimos en medio de una naturaleza privilegiada, pocas veces somos conscientes de la belleza que nos rodea: con solo estar pendientes del más mínimo movimiento o de fijar nuestra atención en los detalles, comenzamos a descubrir un universo que nos enseña las diferentes estrategias que ha desarrollado la evolución para perpetuar las especies, y cómo todos los seres que habitamos este planeta estamos íntimamente entrelazados.
Los lepidópteros, esos pequeños seres alados, de los más sorprendentes y complejos del reino animal, que nos han acompañado desde el origen de la humanidad, adaptaron su ciclo de vida para aprovechar los diferentes recursos que les ofrece la vegetación en cada una de sus etapas: huevo, oruga, crisálida y mariposa alada.
Con 3949 especies reportadas, Colombia posee la mayor diversidad de mariposas en el mundo. Para documentarlas en este libro recorrimos diferentes regiones naturales: la selva amazónica, el piedemonte llanero, la cordillera Occidental, la selva del Chocó, la zona cafetera de la cordillera Central, y buena parte de la cordillera Oriental, con el propósito de recolectar fotografías de una buena cantidad de especies.
Gracias a la experiencia de los autores logramos enfocarnos en detalles específicos para captar las imágenes del instante mágico del apareamiento, de los pequeñísimos huevos depositados por las hembras casi siempre en el envés de las hojas, de las orugas con formas sorprendentes que con su insaciable apetito devoran sus plantas preferidas, y de las crisálidas que permanecen inmóviles en sitios protegidos hasta que les llega el momento de completar su proceso para transformarse en mariposas.
En nuestro recorrido tuvimos que vigilar su comportamiento, apreciar su vuelo aleatorio, la forma como se alimentan, las flores que prefieren, cómo se esconden y se camuflan, el momento del día en que están más activas y a qué responden los diseños y el colorido de sus alas; en fin, hasta el más mínimo elemento fue importante para contar gráficamente sus historias.
El resultado es esta obra, con la que buscamos que nuestros lectores conozcan cómo se desarrollan los ciclos de vida de mariposas y polillas, y cuál es su aporte para la salud de los ecosistemas, aspectos que han inspirado a escritores y artistas de todo el planeta.
A pesar de su fragilidad, estos insectos han logrado mantener sus especies, evolucionar y adaptarse a los cambios ambientales que se les han presentado; por todo esto, y por el aporte que le hacen a nuestra naturaleza y a nuestro espíritu, es importante impulsar el conocimiento científico de los lepidópteros y propender por su cuidado y conservación. Lo interesante está en los detalles.
El Editor
La mariposa Anartia jatrophae, de alas blancas con manchas negras, se encuentra en jardines y bosques abiertos. Se alimenta de néctar de plantas como el lantano y es presa de aves, arañas y algunos insectos depredadores.