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CAPÍTULO 4

GOLFOS Y BAHÍAS DEL
P
ACÍFICO COLOMBIANO

 

Bahía de Buenaventura

La bahía de Buenaventura, localizada entre los 77° 16’ de longitud oeste y los 3° 56’ de latitud norte, tiene 21 kilómetros de largo por 11 de ancho; su extensión aproximada es de 68.190 ha, con profundidades promedio de 25 a 30 m . Tiene una sola entrada, conocida como la Bocana, que está encerrada por punta Bazán al norte y punta Soldado al sur, separadas entre sí por 1.582 m. El acceso a la bahía se hace por un canal muy largo desde la Bocana hasta la isla del Cangrejo y de allí por uno más para arribar definitivamente a la isla de Cascajal, donde se encuentran la ciudad y el puerto de Buenaventura.

Esta bahía, y la de Málaga, son las que se internan más profundamente en el espacio terrestre del Pacifico colombiano; la de Buenaventura se encuentra en el interfluvio del San Juan y el Naya, dos de los ríos más caudalosos del mundo; esta característica de dinámica hidrológica, la ha convertido en el más importante puerto marítimo del país.

A la bahía afluyen los ríos Dagua y Anchicayá. Sus orillas son bajas y cubiertas de grandes extensiones de manglares. Muy cerca y al sur de la bahía de Buenaventura se encuentra la boca del Raposo, conocida coloquialmente en la región como el golfo de Raposo. También están la isla de Santa Bárbara y el golfo de Tortugas, que debe su nombre a la abundancia de esta especie sobre sus playas anchas de arena gris. Una mezcla de acantilados y zona selvática sirve de telón a este lugar en el que se encuentra la pequeña playa de Mallorquín.

GEOMORFOLOGÍA

Tanto Málaga como Buenaventura están dentro de la formación Mallorquín, que se compone litológicamente de intercalaciones de areniscas, lodolitas y limolitas de color gris fuerte, en capas que varían entre unos pocos centímetros y dos metros. Estas formaciones datan del Plioceno —hace tres a siete millones de años—.

Los estuarios periféricos a la bahía tienen sedimentos muy variables, dada la gran cantidad de factores que intervienen. En su borde externo, aunque son arcillosos debido a la abundancia de materiales provenientes de los acantilados, también se encuentran arenas fluviales alteradas por la gran masa de agua movida por las corrientes marinas. La región central de la bocana de la bahía presenta arenas combinadas con algunas arcillas alrededor de la isla del Soldado, donde los sedimentos son arcillosos y limosos mezclados con arenas.

CLIMA

El clima de la bahía se caracteriza por su alta precipitación, con promedios superiores a los 6.000 mm al año, que en algunos casos alcanzan niveles superiores a los 8.000. El mes más lluvioso es noviembre — 835 mm— y los menos lluviosos de enero a marzo —320 mm—. La humedad relativa es de 88%, casi constante a lo largo del año, aunque en algunas oportunidades puede llegar hasta el 100%.

ÁREA MARÍTIMA Y LITORAL

Las mareas son multivariables, con un rango promedio de 3,7 m y debido a lo estrecho de la bahía, el ingreso y la salida del agua pueden alcanzar velocidades cercanas a 2 m por segundo en la zona central del canal. La temperatura del agua tiene un promedio de 27,4°C y su salinidad disminuye durante los períodos de altas lluvias.

El límite norte de la bahía de Buenaventura, donde se encuentra el istmo de Pichindé, que la separa de la bahía de Málaga, presenta acantilados interrumpidos por pequeñas formaciones de manglar de borde; allí la densa vegetación de los acantilados, que en promedio tienen 13 m de altura, permite mantener una cierta estabilidad en los escarpes. Por estar en una zona caracterizada por elevada precipitación, la erosión química es muy alta, lo que produce la formación de playas rocosas y fangosas en la isla del Cangrejo, Piedra-Piedra y Pianguita, ubicadas sobre las plataformas de abrasión o mezcladas con zonas fangosas.

El canal de acceso a la bahía es constantemente dragado para evitar el encallamiento de los grandes barcos. La isla de Cascajal, está demarcada por 12 boyas luminosas y las zonas peligrosas para la navegación, ubicadas en la isla de Chambirá, las bocas del río San Juan, punta Soldado y la isla Las Palmas, están señaladas por faros.

ÁREA TERRESTRE

Después de la zona de los manglares comienza una llanura selvática basal, que se va transformando de tropical baja a andina, a medida que inicia su ascenso a las estribaciones de la cordillera Occidental.
Al norte de Buenaventura, la zona se caracteriza por ser una costa alta, acantilada, enmarcada por suelos sumergidos de origen Terciario y ríos que desembocan en el mar; hacia el sur se abre la extensa llanura del Pacífico, donde la costa es baja, sedimentada, de origen Cuaternario, cruzada por una inmensa telaraña de esteros y numerosos ríos que descienden de la cordillera Occidental.

Hacia el noroccidente aparecen acantilados con una altura promedio de 15 m, con un perfil vertical y su tope cubierto de vegetación de pastos y arbustos; en los bordes rocosos del centro y sur de la costa se presentan similares geoformas asociadas a erosión marina

VEGETACIÓN

Los manglares han colonizado llanuras mareales de áreas estuarinas donde hay deposición de limos y arcillas, ricos en materia orgánica; actualmente se presentan a manera de una franja con amplitud varíable —de unos pocos metros a más de 11 km—, disectada por una red de canales que se conectan al mar y permiten reflejar el proceso de ascenso y descenso de la marea, a grandes distancias de la costa. Son característicos el mangle rojo, el negro, el blanco, el zaragoza, el piñuelo y el nato. Desde el punto de vista geomorfológico esta vegetación tiene una gran importancia, pues sus raíces actúan como retenedor de sedimentos, lo que contribuye al avance del borde costero; el mangle rojo es el que realiza con mayor eficacia este proceso, debido a la forma y densidad de sus raíces.

Los bosques de la llanura aluvial se caracterizan por albergar especies que toleran niveles freáticos altos, propiedad que genera una tendencia hacia la homogeneidad del bosque. El principal conjunto vegetal que se distribuye por toda la zona hasta el norte de la ribera del San Juan es el guandal, muy apetecido para la explotación maderera, debido a que se compone de árboles de cuangare y sajo, especies que llegan a los 35 m de altura y cuyos diámetros promedio son de 40 a 50 cm.

En los alrededores de las bahías de Buenaventura y Málaga sobresalen también los bosques de aluviones y coluviones, que crecen sobre suelos con drenaje eficiente y que están poblados por especies con altura, cobertura y diámetro reducido y gran cantidad de palmas; las especies dominantes en esta comunidad vegetal son el paco y el sande.

Los bosques de las colinas, cuya característica principal es la de poseer una composición heterogénea, con abundancia de árboles con diámetros menores, presencia de arbustos en el sotobosque y gran cantidad de epífitas y lianas, presenta hasta tres estratos, con alturas superiores a los 35 m; sobresalen el guasco o guato, el caracolí, el higuerón y el barril.

FAUNA

La región Pacífica se caracteriza por la gran diversidad de poblaciones con una baja densidad de individuos, con elementos propios de la provincia mesoamericana y de la subregión amazónica.

Para la zona de Buenaventura se estima una avifauna de aproximadamente 360 especies. El grupo de mamíferos más importante es el de los murciélagos, que presenta la mayor diversidad del país; los más comunes son los murciélagos nariz de hoja, conocidos así por la particular forma de su nariz, que les permite, conjuntamente con las orejas, guiarse a través de la densa vegetación utilizando las ondas de rebote de los ultrasonidos, a manera de un sonar.

Son característicos de la bahía de Buenaventura especies como el tapir selvático, el venado y la zarigüeya, así como el oso perezoso y varios felinos aún muy numerosos en la región, como el jaguar, el puma, los tigrillos y el yagurundi.

POBLACIÓN

Por orden del adelantado Pascual de Andagoya, don Juan de Ladrilleros fundó la ciudad en la isla Cascajal, el 14 de julio de 1540 y le puso el nombre de Buenaventura, porque la fecha de su fundación coincidía con la fiesta del santo; era un sitio de exuberante vegetación, regado por numerosas corrientes de agua pura. De esta isla fue trasladada al vecino sitio de Pueblo Nuevo, debido a los incesantes ataques de los indios buscajaes que incendiaron la primera fundación en 1559. Desde sus comienzos se constituyó en puerto de especial importancia por la facilidad para que atracaran las goletas y los barcos que venían del viejo continente.

El Libertador Simón Bolívar, por medio de un decreto firmado el 24 de diciembre de 1829, reconoció los derechos baldíos de la isla Cascajal donde se levantó el puerto definitivo y desde entonces se ratificó el carácter de puerto franco para la importación y la exportación.

La región de Buenaventura, está considerada como un gran pulmón ecológico de la Tierra, rico en especies vegetales, animales y productos del mar, aptos para la supervivencia del ser humano; también cuenta con importantes recursos mineros como oro, platino, carbón y grandes reservas petrolíferas.

Sus actividades giran en torno al movimiento portuario, para lo cual dispone de excelentes servicios; Buenaventura se consolida como el principal y más eficiente puerto del país, por el volumen de carga que recibe y la agilidad en las labores de carga y descarga, lo que aporta grandes beneficios económicos a la región y al país.

Bahía de Tumaco

Esta bahía, localizada a los 78° 42’ de longitud oeste y 2° 09’ de latitud norte y, entre la saliente de punta Cascajal al norte y la isla Grande, que forma parte del cabo Manglares en el delta del río Mira, al sur, está muy próxima a la frontera con Ecuador; tiene una superficie aproximada de 106.165 ha y presenta profundidades promedio de 35 a 25 m.

En el extremo suroccidental de la bahía se encuentra un archipiélago conformado por las islas Bocagrande, Vaquería, La Viciosa, San Andrés de Tumaco y el Morro, rodeadas por múltiples esteros como el del Tabacal, Guadaranjo, Natal, y Aguadara.

GEOMORFOLOGÍA

La costa de la bahía de Tumaco es considerada compuesta, debido a que se formó por oscilaciones en los niveles relativos del mar y del litoral. Las geoformas, la topografía y la disposición de las islas fueron generadas por dos ciclos muy marcados: el de submersión, en el que el mar se abrió paso a través de la tierra firme aprovechando las irregularidades y los puntos con menor resistencia y el de emergencia, en el que los sedimentos dejaron de ser transportados mar adentro y permitieron procesos de formación de la costa.

Después de la consolidación del archipiélago mediante estos procesos, vino el relleno perimetral de las islas por parte de los lugareños; estos factores han hecho que islas como Tumaco y la Viciosa, que estaban separadas en el pasado, actualmente se encuentren unidas. La isla del Morro es la que menos cambios ha sufrido a través del tiempo, debido a que su morfogénesis fue más definida.

CLIMA

El clima del área es cálido y húmedo, con una temperatura media de 26 a 27 °C y una precipitación del orden de los 3.000 a 4.000 mm anuales; junio y julio son los meses más lluviosos y durante el segundo semestre las lluvias decrecen paulatinamente hasta noviembre, el mes de menor precipitación. Se tiene así un régimen pluviométrico unimodal con influencia climática del hemisferio sur.

ÁREA MARÍTIMA Y LITORAL

El litoral dentro de la bahía es muy sinuoso debido a que alberga un sinnúmero de esteros y bocanas que llegan a lo largo de todo el contorno de la bahía, en forma perpendicular.

Esta bahía y el resto de la costa entre el río Mira, al sur del país y cabo Corrientes, hacia el centro de la costa Pacífica colombiana, se caracterizan por ser una llanura baja dominada en un 80% por zonas inundables conformadas por antiguos depósitos fluviales y compuestas por limos, arenas y arcillas generados por los ríos Mira, Baudó, San Juan, Dagua, Anchicayá, Naya, y Patía. La zona exterior de la costa baja está formada por depósitos de sedimentos fluviales, en una planicie aluvial que limita con el mar mediante una cadena de islas-barrera que se extienden a lo largo del litoral y son interrumpidas por acantilados.

Las islas-barrera limitan, en dirección al mar, con extensas playas y hacia el continente con canales, alguno de los cuales definen planos de inundación adyacentes dentro de una zona de manglares. En algunos casos el límite interior está formado por una laguna trasera.
La tendencia del litoral hacia el avance progresivo, le quita superficie al mar gracias a la colonización que realizan los manglares, cuyas raíces inician la fijación de limos en suspensión. Detrás de los manglares se encuentran pantanos de agua dulce a los que no les llega el efecto de las mareas y terrazas formadas por aluviones.

ÁREA TERRESTRE

El área presenta una fisiografía totalmente plana, bañada por varios ríos, principalmente el Patía y el Mira, cuyos cauces, al llegar a las zonas bajas, las inundan por períodos prolongados, lo que hace que la mayor parte del terreno no sea aprovechable para cultivos y que sólo se utilice para ganadería en épocas secas. A partir de más o menos 40 km de la costa el terreno comienza a hacerse más inclinado, hasta llegar al nacimiento de las tres cordilleras, en el nudo de Los Pastos.

VEGETACIÓN

Los manglares, que en la costa Pacífica colombiana cubren 281.300 ha, constituyen el grupo de especies de plantas que mejor se ha adaptado a las difíciles condiciones de las costas tropicales. Allí alcanzan un magnífico porte, cuyo dosel está entre 20 y 30 m; se destacan el mangle colorado o rojo, el negro o iguanero, el blanco, el comedero, el mangle picudo o piñuelo y el jelí o zaragoza.

Los esteros tienen una productividad muy elevada, debido a que el follaje se descompone al caer y genera una cadena trófica de la cual hacen parte muchas especies de peces e invertebrados marinos. El material foliar aportado por el manglar alcanza las 12 toneladas anuales por hectárea, cantidad que sobrepasa la producida por otras áreas de manglar en Panamá, Puerto Rico y Tailandia, que oscilan entre 4,7 y 7,1 toneladas.

Se encuentran también bosques pantanosos con ligera influencia salina, intercalados entre los manglares, que se caracterizan por el predominio del mangle nato; asociadas a éste, existen especies arbóreas como el machare o tometo, el sande lechero, el carbonero, el sapotolongo, el cuángare y el naidí o palmiche. En los bosques inundables, sin influencia marina, tiende a formarse un mosaico de comunidades con árboles que presentan raíces tabloides o raíces zancos. Este bioma recibe el nombre regional de guandal y lo comparten algunas especies como el natal, el sajo o baquerá, el cuángare, el noámano, el jindí, el sebo o aguamiel, el machare, el guino o tangare y el sande.

FAUNA

En los esteros y manglares existe una fauna muy diversificada; en sus raíces habitan esponjas, caracoles, ostras y diversas especies de crustáceos; en charcas o en el piso del manglar abundan las jaibas, el cangrejo azul y el cangrejo tasquero. En la transición hacia el agua dulce aparecen mejillones y almejas en los suelos arenosos y fangosos. Tanto en los canales como en el mar adyacente se encuentran serpientes marinas y enterradas en el fango son frecuentes las pianguas.

Los peces de los esteros son también muy variados. Entre ellos cabe mencionar el alguacil, la carduma, el nato, el gualajo, el ojón o jurel de ojo grande, los pargos, la palometa o mojarra, la lisa, la sierra, el sábalo, el tamborero, el lenguado y la doncella.

Las aves más características de los manglares son el pelícano, el cormorán, el guanay, el pato aguja, el águila cangrejera y diversas garzas; todas ellas aprovechan la protección y el abundante alimento que les brinda este ecosistema.

Los mamíferos también son numerosos en esta región; entre muchos otros se encuentran los venados que consumen hojas de mangle blanco, ricas en grasas y proteína, así como los monos aulladores que se alimentan del follaje tierno. Sobre los troncos de mangle se desarrollan termiteros, que son visitados por el tamandua de cuatro dedos que los abre, introduce su largo hocico y con su lengua pegajosa recoge grandes cantidades de termitas.

POBLACIÓN

Esta densa y húmeda selva tropical surcada por grandes ríos, constituyó el hábitat de la cultura tumaco–la tolita, cuya economía estuvo basada en la agricultura y la explotación de los recursos marinos. Su artesanía fue variada y rica, así como su orfebrería y trabajo en piedras preciosas. Se destaca el tratamiento escultórico y naturalista de sus obras, muchas de ellas verdaderos testimonios de su vida diaria y de la realización de sus ceremonias.

La costa de Nariño, donde se encuentra ubicada la bahía, fue descubierta en 1.526 por Bartolomé Ruíz, piloto de Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Sin embargo, las difíciles condiciones de la región impidieron que a este litoral penetrara fácilmente la colonización española. Durante la conquista y la colonia, los nativos del litoral Pacífico fueron denominados indios de la provincia de Barbacoas, en alusión a las casas elevadas del suelo a manera de barbacoas.

De los 25 millones de esclavos negros capturados en África para traer al continente americano, sólo 10 millones desembarcaron en estas tierras; los que llegaron a Colombia venían de los ríos Dande y Cuango en Angola y buena parte de los que arribaron a la región procedían de haciendas algodoneras o azucareras del Valle del Cauca; los terratenientes les otorgaron parcelas a los esclavos, con el fin de fomentar el aumento de núcleos familiares y la constante procreación, con lo cual se aumentaba la mano de obra a bajo costo.

Los negros dedicados a la actividad minera no tuvieron esta misma posibilidad y a la hora de escapar a los palenques, tuvieron que incorporar la tecnología de subsistencia de los indígenas; de ellos aprendieron a construir tambos palafíticos, canoas e implementos de pesca, así como chagras para reproducir cultivos y otra serie de modelos productivos cuyo carácter tradicional aún se mantiene.

Uno de los municipios que mayor desarrollo ha alcanzado en el departamento de Nariño es Tumaco, que gracias a su enorme potencial pesquero, agrícola, ganadero, minero, forestal, comercial y turístico, se ha constituido en el segundo puerto en importancia sobre la costa Pacífica.

 
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